Donde dije digo, digo TIC
Si hace un año me hubieran preguntado sobre mi experiencia con la tecnología como docente de ELE, mi triste respuesta habría sido que sé cómo funciona un proyector para poner vídeos y diapositivas en clase y que alguna vez he utilizado Kahoot con mis alumnos.
Podría decir que me encontraba en mi zona de confort analógica, en la que la que las TIC eran solo una opción más para llevar alguna actividad extra a clase. Ahora, las circunstancias han cambiado y de la noche a la mañana me he visto obligado a dar clases online.
En poco menos de dos meses he recibido un golpe de realidad y me he dado cuenta de que como docente me queda un largo camino por recorrer en el desarrollo de mi competencia digital. Aunque a la fuerza, he tenido que abandonar mi zona de confort analógica para explorar nuevos territorios digitales.
A pesar de que el uso de dispositivos móviles, aplicaciones digitales y redes sociales lleva años formando parte de mi vida y de la de mis alumnos, me negaba a aceptar que la tecnología está cambiando la forma de hacer las cosas, incluyendo el proceso de enseñanza-aprendizaje en ELE. Muchos docentes hemos tenido que revisar nuestras creencias sobre el uso de las TIC en la enseñanza, asumir el cambio e integrar la innovación digital en nuestras clases.
Durante este corto pero intenso periodo he descubierto que la tecnología ofrece una multitud de posibilidades pedagógicas, pero para poder llevarlas a la práctica es imprescindible que los docentes desarrollen sus competencias digitales. Un docente que es competente en lo digital es capaz de utilizar las herramientas digitales para crear situaciones de aprendizaje efectivas e innovadoras tanto entornos presenciales como virtuales.
Espero que a medida que vaya desarrollando mi competencia digital docente me sienta cada vez más cómodo en este nuevo territorio y, por lo tanto, sea capaz de adaptarme a estas nueva realidad digital y cambiante para seguir ayudando a mis estudiantes en su proceso de aprendizaje.
Podría decir que me encontraba en mi zona de confort analógica, en la que la que las TIC eran solo una opción más para llevar alguna actividad extra a clase. Ahora, las circunstancias han cambiado y de la noche a la mañana me he visto obligado a dar clases online.
En poco menos de dos meses he recibido un golpe de realidad y me he dado cuenta de que como docente me queda un largo camino por recorrer en el desarrollo de mi competencia digital. Aunque a la fuerza, he tenido que abandonar mi zona de confort analógica para explorar nuevos territorios digitales.
A pesar de que el uso de dispositivos móviles, aplicaciones digitales y redes sociales lleva años formando parte de mi vida y de la de mis alumnos, me negaba a aceptar que la tecnología está cambiando la forma de hacer las cosas, incluyendo el proceso de enseñanza-aprendizaje en ELE. Muchos docentes hemos tenido que revisar nuestras creencias sobre el uso de las TIC en la enseñanza, asumir el cambio e integrar la innovación digital en nuestras clases.
Durante este corto pero intenso periodo he descubierto que la tecnología ofrece una multitud de posibilidades pedagógicas, pero para poder llevarlas a la práctica es imprescindible que los docentes desarrollen sus competencias digitales. Un docente que es competente en lo digital es capaz de utilizar las herramientas digitales para crear situaciones de aprendizaje efectivas e innovadoras tanto entornos presenciales como virtuales.
Espero que a medida que vaya desarrollando mi competencia digital docente me sienta cada vez más cómodo en este nuevo territorio y, por lo tanto, sea capaz de adaptarme a estas nueva realidad digital y cambiante para seguir ayudando a mis estudiantes en su proceso de aprendizaje.
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